El origen del espresso: innovación y cultura en una taza
- Café Tenttori
- 23 oct
- 2 Min. de lectura
El espresso es mucho más que un tipo de café. Es una forma de preparación que transformó la manera en que el mundo disfruta esta bebida. Su historia comenzó en Italia, impulsada por la búsqueda de eficiencia, calidad y una experiencia más intensa en cada taza.
Una idea nacida de la innovación
A finales del siglo XIX, las cafeterías italianas se llenaban de gente que buscaba un buen café, pero el proceso de preparación era lento y artesanal. En 1901, el ingeniero Luigi Bezzera decidió mejorar ese proceso y diseñó una máquina que utilizaba vapor a presión para forzar el paso del agua caliente a través del café molido. El resultado fue una bebida concentrada, aromática y con una textura inconfundible. Así nació el espresso, cuyo nombre proviene de la palabra “expreso”, es decir, preparado al momento.
Una nueva forma de disfrutar el café
El espresso ofrecía algo completamente diferente: un sabor más intenso, un cuerpo más denso y una capa dorada de crema que lo distinguía visualmente. Con el tiempo, se convirtió en el centro de la vida social italiana. Tomar un espresso se volvió parte de la rutina diaria, una pausa breve pero significativa, ya sea en la barra de un café o durante una conversación rápida entre amigos o colegas.
Del espresso al mundo
El impacto del espresso fue enorme. Su método inspiró el nacimiento de muchas bebidas populares, como el cappuccino, el latte y el macchiato, todas basadas en esa misma esencia concentrada. A lo largo del siglo XX, el sistema espresso se expandió por Europa y luego por todo el mundo, convirtiéndose en el estándar para la preparación de café profesional.
Hoy, el espresso representa precisión, consistencia y cultura. Detrás de cada taza hay una historia de creatividad e ingeniería italiana que cambió para siempre la experiencia del café.
Una inspiración que perdura
En Café Tenttori, reconocemos el valor del espresso como símbolo de innovación y dedicación. Cada taza recuerda que el café, más allá de su sabor, también es una historia de ingenio, tradición y pasión por hacer las cosas bien.







Comentarios